¿Qué es la Morfopsicología?

Según el fundador de la morfopsicología, el Dr Louis Corman (1901-1995), psiquiatra y psicólogo francés es “la ciencia que relaciona la forma del rostro y el psiquismo del individuo” quien acuñó este término en francés morphopsychologie en 1937 cuando publicó Quinze leçons de morphopsychologie (Quince lecciones de morfopsicología), su primer libro sobre este tema. 

Por lo tanto es la ciencia que permite conocernos a nosotros mismos y a los demás a través de la observación del conjunto del rostro.

“Morfo” significa forma y “psyche” es el “ser” o “el alma” del individuo. Por lo tanto nos sirve para profundizar en nuestro interior, en lo más profundo del ser humano.

Otros nombres para referirnos a la morfopsicología son: psicomorfología, psicología del rostro y psicología facial o de la cara. Todos estos nombres hacen referencia a la disciplina descubierta por Louis Corman hace casi 1 siglo.

Actualmente la Morfopsicología se apoya en la aportación de otras disciplinas como la biología, la fisiología y la psicología, e incorpora los recientes descubrimientos en neurociencia y neuroimagen. De hecho ya hay algunas publicaciones científicas que demuestran con datos antropométricos las investigaciones del Doctor Corman.

¿Para qué sirve la Morfopsicología?

Hay que dejar claro que la Morfopsicología es una herramienta de desarrollo personal y no una herramienta de exclusión, ni determinista, y que tiene ciertos límites y nunca podrá indagar en los secretos íntimos de las personas.

Comprender el rostro en su conjunto nos adentra en entender la complejidad del SER HUMANO y cómo hacemos los intercambios con el exterior.

Podemos asegurar que cuerpo y espíritu, forma y psicología están íntimamente relacionados.

A través de la Morfopsicología o Psicología del Rostro podemos observar:
a. Las necesidades profundas del ser humano a nivel inconsciente.

  1. Sus tendencias, su vida instintiva y el potencial de sus capacidades.
  2. Podremos entrever su historia y evolución personal, el cómo le ha ido en la vida y cómo esta persona se relaciona con el mundo.

Por lo tanto es una herramienta de AMOR Y EMPATÍA tanto hacía los demás cómo hacia nosotros mismo ya que a medida que nos conocemos y nos comprendemos podremos integrar mejor nuestras dificultades, para desde ese lugar, trabajar con ellas en pos de convertirnos en seres más amorosos y comprensivos.

¿Cuáles son los fundamentos de la Morfopsicología?

El rostro es la zona donde están ubicados los sentidos, que son nuestro elementos de interacción y captación del ambiente y que usamos para adaptar nuestra conducta al entorno.

Esto lo hacemos a través del tacto (piel), vista (ojos), olfato (nariz), oído (orejas) y del gusto (boca).

Podemos decir que si no tuviéramos estos sentidos para tomar la información del exterior estaríamos en grave peligro de muerte.

Por lo tanto el rostro es la única parte del cuerpo que está en constante interacción con el medio.

Además, cualquier persona de forma intuitiva puede obtener información sobre la individualidad de las personas (edad, sexo, raza,…) y sobre los deseos y estado emocional de la otra persona (asco,enfado, tristeza, temor, alegría,….) simplemente mirando la cara del otro.

También a través de la mirada podemos interpretar las intenciones de la otra personas y saber si nos está prestando atención o si por el contrario permanece ausente además de que la mirada nos dice muchísimo de las personas, ya que refleja su propia alma.

La mayor parte de los nervios de nuestro sistema periférico (SNP) surge de la médula espinal pero hay 12 pares de los mismos que no cumplen con esto (LeDoux, 1999).

Estos son los 12 pares de nervios craneales que nacen del encéfalo.

Por lo tanto la respuesta es más rápida entre el rostro y el cerebro en la emisión y recepción de las respuestas del sistema nervioso en ese nivel.

Además, casi todos los trastornos genéticos dejan una huella en la cara (Armand Marie Leroi).

La cara contiene 20 músculos faciales que controlan nuestras expresiones y por ende aportan una rica fuente de información tanto para el estudioso de la comunicación de las expresiones faciales como para los que no lo son.

El rostro resume nuestro cuerpo y el espíritu en 3 partes que son correspondientes con los 3 cerebros que hay dentro dentro del encéfalo (reptil, emocional y racional) de MacLean y que recogen las 3 funciones básicas de digestión, respiración y cerebralización que dan como consecuencia 3 temperamentos básicos, con un tipo de inteligencia predominante para cada uno de ellos:

-Temperamento digestivo (inteligencia para sobrevivir) .

-Temperamento respiratorio (inteligencia para relacionarse y comunicar).

-Temperamento cerebral (inteligencia para conceptualizar).

Historia de la Morfopsicología

  • Un poco de historia: La fisiognomía.

Desde el comienzo del ser humano a través de la observación de los individuos por medio de la vista podemos decir que había cierta observación morfopsicológica, y que este conocimiento intuitivo se transmitía de generación en generación.

Homero ya hacía descripciones detalladas en sus obras describiendo los rostros y los cuerpos de sus personajes para hablarnos de la moral y la conduzca asociada a los mismos, siendo a partir de este momento cientos los escritores que detallan con sutileza el carácter de sus personajes y muchas veces hacían análisis muy detallados sobre el rostro de cada uno de ellos.

Encontramos grandes observadores y grandes descripciones faciales entre los grandes literatos que a partir de su observación e intuición se le podría considerar que hacían morfopsicología sin saber de leyes.

Parece ser que Pitágoras (500 A.C) fue el iniciador de la fisiognomía pues elegía a sus discípulos tras hacerles un riguroso estudio del rostro y del cuerpo.

Platón ya decía que la cabeza era la parte más divina del hombre y que era quien gobernaba sobre el cuerpo.

En el Siglo IV a.c el médico griego Hipócrates estableció una correlación de tipologías temperamentales relacionando la personalidad con el cuerpo de los individuos, siendo un precursor de la caracterología.

El primer tratado del que se tiene constancia sobre estudios del rostro se atribuye a Aristóteles.

Se puede decir que fue el primero en escribir un tratado sobre la fisiognomía en la que relacionaba rasgos del carácter con formas de la cara.

Además distinguía 3 almas dentro del ser que guardan correlación directa con los 3 pisos del Rostro y su correlación directa con los 3 cerebros dentro del encéfalo.

El primer y más relevante fisonomista de los tiempos modernos fue Jaen-Gaspar Lavater, suizo que publicó en 1778 una obra llamada “Tratado de Fisiognomía” y posteriormente 9 obras más.

Si bien hay muchas certezas en los análisis de Lavater, no se puede considerar este manual como completo, ya que se hacen análisis de las partes de la cara, pero cómo bien demuestra la Morfopsicología, el todo es mucho más que la suma de las partes. 

  • El paso hacia la Morfopsicología.

El médico Claude Sigaud formuló la ley biológica de Retracción y Dilatación en 1914 en relación al aumento o repliegue del tamaño que experimentan todos los seres vivos, cuyo enunciado sirvió al Doctor Louis Corman a establecer las leyes morfopsicológicas y el nacimiento de esta disciplina partiendo de esta premisa.

Por lo tanto podemos decir que fue a partir de este punto cuando nació la Morfopsicología tal y cómo hoy la conocemos.

Diferencias entre la Morfopsicología y la Fisiognomía

Immanuel Kant, célebre filósofo Alemán del siglo XVIII, promulgaba que “no es posible que conozcamos lo que hay afuera de nosotros mismos”. 

Esto se explica por el hecho de que nuestro conocimiento no puede sobrepasar más allá de lo que podemos captar con nuestros sentidos.

Conocemos el mundo por como lo experimentamos y  por cómo lo percibimos.
Esta idea tomada por la psicología Gestalt en el año de 1912, permite dilucidar que como seres humanos construimos nuestra realidad basado en aquello que vivimos.

Esa realidad es moldeada a partir de fragmentos de vivencias e interpretaciones que hemos hecho de aquello que nos sucede, esta idea permite concebir la teoría de la organización perceptual, enunciada desde la Gestalt.

Dicha teoría nos reúne el día de hoy, para comprender de manera más profunda una frase que tal vez hayamos escuchado en el transcurso de nuestras vidas: “el todo es más que la suma de las partes”.

Y es que la Morfopsicología se vale de la psicología Gestalt para concebir las relaciones del rostro y la mente, en la medida de interpretar al rostro teniendo en cuenta la teoría de la organización perceptual materializada por la frase mencionada anteriormente.

Este hecho permite hacer la principal distinción entre la Morfopsicología y su prima lejana: la fisiognomía.

Para entender la diferencia entre estas dos áreas del conocimiento es necesario remontarnos al origen de la Fisiognomía. 

En el siglo XVIII, el filósofo y teólogo suizo Johann Kaspar Lavater a través de detalladas observaciones y del estudio de autores de antaño tales como Aristóteles, fundó las bases de la disciplina conocida como Fisiognomía.

Dicha disciplina surgió en un intento de inferir los rasgos comportamentales de los individuos mediante la observación de sus rasgos corporales. 

Debido a que a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, profesiones tales como la psicología, la psiquiatría y la morfopsicología no habían sido establecidas o consolidadas en el escenario mundial, la fisiognomía tuvo mucho éxito en esta época.

Pero a pesar de su éxito, no es hasta la aparición y consolidación de la morfopsicología a mediados del siglo XX, cuándo gracias a esta última se encuentran los principales vacíos teórico-prácticos de la fisiognomía.

El límite de esta disciplina se encuentra en su fundamento, debido a que se buscaba la relación entre un elemento del rostro y un rasgo del comportamiento sin considerar algo tan vital como la relación de los elementos entre sí.

De forma concisa, la fisiognomía carece de síntesis del conjunto. Por esta razón se le señala a menudo de caer fácilmente en trivialidades y falta de estructura analítica, por considerar por ejemplo que los ojos juntos determinan un carácter fuerte en un individuo.

La Fisiognomía no demuestra la concepción holística y el análisis de interrelación que sí presenta la Morfopsicología. 

Por ello en el caso anterior, para la morfopsicología el análisis de los ojos tiene en cuenta conceptos como la dilatación y retracción de la estructura, la tonicidad o atonía de esos receptores sensitivos, el marco del rostro y muchos elementos más, para poder determinar toda una gama de posibilidades de estructuras de personalidad diferentes.

Podríamos decir que la fisiognomía explora la superficie de la cara pero la morfopsicología representa a la geología del rostro. Es la morfopsicología la que se encarga de la superficie y de todas las capas del rostro.

Podemos resumir que la fisiognomía analiza las partes, pero la morfopsicología es aquella que parte de que el todo es más que la suma de sus partes.

¿Cómo aprender Morfopsicología?

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